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Qué es el BLW (baby-led weaning), ventajas y precauciones

La Organización Mundial de la Salud recomienda mantener la lactancia materna exclusiva durante los seis primeros meses de vida del bebé. Este alimento generado por la madre de forma natural es el más limpio y seguro para los recién nacidos, aportándoles el gran aporte calórico y nutricional que los bebés necesitan para crecer durante este período. 

Los niños que tienen la suerte de poder ser amamantados por sus madres, ya que por desgracia esto no es siempre posible, suelen desarrollarse mejor, mostrando niveles cognitivos más elevados y una menor propensión a la aparición de condiciones médicas o enfermedades relacionadas con un mala alimentación, como el sobrepeso, la obesidad o la diabetes. Además, la leche materna juega un papel fundamental en el correcto desarrollo del sistema inmunológico del recién nacido, recibiendo de la madre un rico aporte de anticuerpos que le ayudan a protegerse durante el inicio de su vida. 

¿Y qué sucede tras estos seis primeros meses?

Después de estos primeros seis meses de vida del bebé, se recomienda pasar a la introducción de alimentos sólidos. Algo que convencionalmente se ha realizado a través de la preparación de papillas y purés que complementaran el grueso de la alimentación, que todavía, vendría aportada por la leche. En este sentido, en las últimas dos décadas ha cobrado especial relevancia en todo el mundo una nueva corriente para la introducción de la alimentación complementaria proveniente del Reino Unido y de Nueva Zelanda. Se trata del BLW o Baby-Led Weaning

En este artículo vamos a ver qué es el BLW o baby-led weaning, mostraremos cuáles son las principales ventajas de esta técnica de alimentación complementaria y también veremos las precauciones más importantes que deben tenerse en cuenta antes de comenzar a poner en práctica el BLW.

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¿Qué es y en qué consiste el BLW: baby-led weaning?

BLW o baby-led weaning significa, de manera literal, “destete guiado por el bebé”. Se trata de una técnica de introducción de la alimentación complementaria que se practica a partir de los 6 primeros meses de vida del niño. Consiste, básicamente, en poner a disposición del niño una serie de alimentos sólidos blandos, debidamente seleccionados y troceados en pequeñas porciones, para que sea el bebé quién aprenda a alimentarse por sí mismo. De esta manera, se van introduciendo los alimentos progresivamente en la dieta, de forma que el niño pueda descubrirlos; experimentar con sus colores, aromas, sabores y texturas; e interesarse por ellos. Una nueva técnica de alimentación que se propone en oposición a la alimentación complementaria más convencional, en la que se opta mayoritariamente por la suministración de alimentos triturados, en forma de papillas o de purés, a través de la cuchara.

El objetivo principal de esta forma de introducción de los alimentos sólidos en la dieta que nos propone el BLW no es otro que el de dotar de mayor autonomía a los niños, estimulando su interés por la comida y propiciando la adquisición de unos hábitos alimentarios saludables. Se pretende fomentar la involucración de los niños con el acto de la alimentación, en lugar de limitar su papel al de meros receptores pasivos. 

Pero como veremos a continuación, las ventajas del baby-led weaning no terminan aquí, sino que esta novedosa forma de alimentación complementaria reportaría además otros muchos beneficios para la salud y para el desarrollo de los pequeños; y también para el resto de la familia. 

Ventajas del BLW o baby-bed weaning

Además de fomentar la autonomía del bebé y su interés por las comidas, el baby-led weaning conlleva toda una serie de ventajas y beneficios que explican parte de su reciente éxito entre los padres. 

Las principales ventajas del BLW serían estas:

1. Contribuye a evitar el rechazo por ciertas comidas

El BLW aprovecha y fomenta la curiosidad innata del bebé por descubrir nuevas formas, colores o texturas. Así, promueve una relación abierta del niño con la comida y le predispone para interesarse por nuevos alimentos. Esto hace que en el futuro sea menos probable que aparezca el rechazo por alguna comida en concreto. Y en la vida adulta, propicia relaciones más sanas con las comidas y hábitos alimentarios más saludables.

2. Estimula los sentidos del bebé, favorece el desarrollo motriz y su autonomía

En el BLW es el bebé quien se alimenta de manera autónoma, bajo la supervisión de los padres o cuidadores, quienes deben presentarle los alimentos debidamente preparados para el consumo. Esto es, seleccionados, cocinados y cortados de manera adecuada, y siempre blandos, para evitar atragantamientos. Así, el bebé toma los alimentos con sus propias manos y se los lleva a la boca. Con lo que se fomenta el desarrollo de las habilidades físicas de los pequeños y su coordinación. Por otro lado, esto también le ayuda a aprender a autorregular su apetito y a reconocer cuándo está saciado, en lugar de limitarse a “ser alimentado” por sus padres a través de la cuchara, y que sean estos últimos quienes decidan cuándo debe dejar de comer. 

3. Promueve el consumo de alimentos sanos

El baby-led weaning se basa en el consumo de alimentos frescos y naturales: verduras, pescado, frutas, cereales. Alimentos nutritivos y no procesados, en lugar de papillas, purés y otros preparados de tipo industrial. Con ello, se evita el consumo no recomendado de azúcares refinados, sal, grasas saturadas o aditivos alimentarios.

4. Integra el bebé en las comidas familiares, ahorra tiempo y dinero

Esta forma de alimentación complementaria propone tomar los alimentos normales que consume el resto de la familia y adaptarlos para que el bebé pueda ingerirlos de manera segura. Esto implica que no es necesario recurrir a alimentos o preparaciones específicas para el niño, sino solo ciertas adaptaciones, como trocear bien las comidas o reservar una porción aparte para el bebé antes de agregar la sal. De esta manera se ahorra tiempo y dinero del presupuesto familiar. Además, el BLW permite que la familia coma al mismo tiempo, en la misma mesa, lo que introduce al niño a unos hábitos de alimentación normales, en los que aprende a comer imitando a sus padres y al resto de sus familiares.  

Algunas precauciones a tener en cuenta antes de comenzar con el BLW

Pero no todo iban a ser ventajas con el baby-led weaning. También hay una serie de precauciones que debemos tener en cuenta antes de comenzar a poner en práctica esta forma alternativa de alimentación complementaria del bebé. Unas precauciones que se enfocan a prevenir y evitar los tres riesgos fundamentales que puede conllevar una mala aplicación del BLW: posibles atragantamientos o asfixias, déficit de hierro o falta de aporte energético. 

Para concluir, estas son las principales precauciones que debemos tomar para un BLW seguro:

  • Incorporar a las comidas porciones de alimentos variados y equilibrados. Alimentos ricos en proteínas, para evitar la falta de hierro en la dieta del bebé, como carne, pescado, huevo o legumbres. Complementar los platos con ingredientes ricos en energía, como cereales, pan o pasta; y con frutas y verduras, para un correcto aporte vitamínico y de minerales. 
  • Evitar ciertos alimentos enteros para evitar los atragantamientos: uvas, maíz, palomitas, trozos grandes de manzana, zanahoria, etc. Cocinar el resto de alimentos de manera adecuada para que estos estén blandos y el bebé pueda consumirlos y aplastarlos con las encías, la lengua y el paladar. 
  • Introducir los alimentos de manera progresiva en la dieta, para reducir el riesgo de alergias. Al igual que en otras formas de alimentación complementaria, en el BLW también deben introducirse los alimentos nuevos poco a poco, para poder detectar rápidamente posibles reacciones alérgicas. Así, no debe introducirse más de un alimento nuevo al día. Una frecuencia que se ampliará a 3 días en el caso de alimentos especialmente alérgenos, como los cacahuetes, el huevo, el pescado o la soja. 
  • Evitar una exposición epicutánea temprana elevada a los alimentos.  La exposición de la piel del bebé al contacto con ciertos alimentos puede favorecer la aparición de sensibilización contra ellos. Así, es importante limpiar bien las manos, la cara y el cuello de los bebés después de la alimentación, para evitar que la comida acumulada le pueda provocar dermatitis atópica u otros problemas cutáneos. 

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