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Cultivos hidropónicos, un sistema muy útil para tener huerto en casa

La hidroponía (del griego hydros o hidro, que significa agua; y ponos, que significa trabajo o labor) o directamente la agricultura hidropónica es una técnica de cultivo que se basa, grosso modo, en prescindir del uso de tierra en los cultivos. 

Esta forma de agricultura se lleva estudiando desde hace cientos de años, pero sin embargo, no ha sido sino a partir del siglo XIX, y sobre todo del siglo XX, cuando los cultivos hidropónicos se han podido emplear de manera eficiente, gracias al desarrollo de la tecnología necesaria para implementarlos y de la investigación y desarrollo de disoluciones salinas de cultivo más efectivas. 

Estos sistemas hidropónicos ofrecen la posibilidad de cultivar todo tipo de plantas, hierbas, verduras, hortalizas y frutas minimizando la necesidad de tierra agrícola, de espacio y de otros recursos naturales, por lo que en muchos casos pueden suponer una alternativa de agricultura mucho más sostenible

Por ello, en esta entrada de hoy vamos a conocer un poco más en detalle qué es la hidroponía y en qué consisten estos cultivos hidropónicos. Veremos cómo funcionan los sistemas hidropónicos y cuáles son los componentes básicos que necesitamos para montar un pequeño cultivo hidropónico en nuestra propia casa. También conoceremos qué tipo de vegetales podemos cultivar mediante la tecnología hidropónica y nos centraremos además en descubrir las principales ventajas que nos puede ofrecer esta técnica agrícola tan innovadora. 

¿Qué es la hidroponía?

Como ya adelantamos, la hidroponía es un sistema de cultivo y una técnica de agricultura cuyo signo distintivo es que permite cultivar vegetales sin la necesidad de utilizar tierra agrícola. Como alternativa, la hidroponía emplea disoluciones en agua de los minerales esenciales y otros nutrientes que necesitan las plantas para poder desarrollarse. Hablamos, sobre todo, de disoluciones en medio acuoso porque son las más utilizadas y las que dan nombre a la técnica, si bien hoy en día es posible utilizar también otro tipo de medios de composición neutra como soporte para nutrir a las plantas. En estos casos, el agua puede combinarse como solvente con grava, perlita, arena lavada u otros compuestos inertes. 

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Se trata de una técnica que se originó inicialmente desde el trabajo científico, pero su uso cada vez está más extendido en el medio agrario dado que resulta mucho más eficiente en el uso de recursos como la tierra, el agua o los nutrientes para hacer crecer los cultivos. Y gracias a ello, los cultivos hidropónicos suelen ofrecer también mejores rendimientos.

¿Cómo funcionan los cultivos hidropónicos?

Una característica clave de los cultivos hidropónicos es que requieren de un control exhaustivo de todos los factores que determinan el crecimiento y el desarrollo de las plantas. Especialmente de la administración de nutrientes. Y es que a diferencia de los cultivos tradicionales, en los que las plantas tienen los nutrientes a su disposición en el suelo y los van absorbiendo a medida que los necesitan, en el caso de la hidroponía es el agricultor quien debe llevar a cabo esa gestión, asegurándose de que la planta cuenta con todos los elementos que necesita para desarrollar sus funciones vitales. 

Así, en general, los cultivos hidropónicos cuentan con una disolución de nutrientes que se hace normalmente en agua y que aporta a los vegetales minerales y otros elementos esenciales como sales de nitrógeno, calcio, fósforo, azufre o magnesio. Al igual que en el caso de la agricultura convencional, también es posible suministrar a la planta otros nutrientes en forma de fertilizantes. 

Para contener esta disolución nutritiva y para sustituir la función estructural que también ofrece la tierra a las plantas en el caso de los cultivos tradicionales, en la hidroponía se emplean otro tipo de sustratos como soporte de cultivo: grava, piedra pómez, perlita, cáscara de arroz, fibras de madera o fibras textiles naturales, etc. 

Y por último, es fundamental que estos sistemas de cultivo hidropónico cuenten con las correspondientes herramientas de administración y de medición para poder garantizar que las plantas reciben todos los nutrientes que necesitan y en las concentraciones adecuadas. Así, los cultivos hidropónicos suelen incorporar también medidores del pH y de la conductividad eléctrica (para determinar la concentración de iones de la disolución), sistemas de iluminación naturales o artificiales para regular la actividad fotosintética de las especies de cultivo y sistemas de ventilación controlada, para regular la concentración de CO2 a la que están expuestos los cultivos, lo que afecta a la capacidad reproductiva de las plantas. 

Esto es lo que necesitamos para montar un sistema de cultivo hidropónico en casa

Una de las mejores cosas que ofrece la hidroponía como sistema de cultivo es que, al no necesitar de tierra agrícola, puede adaptarse a cultivos de muy pequeñas dimensiones, lo que nos permite cultivar plantas y otros vegetales en nuestro propio hogar. Así, es posible montar un pequeño huerto hidropónico en nuestro jardín, en una terraza e incluso en una jardinera en el balcón. 

Si queremos hacerlo, necesitaremos básicamente dos recipientes: uno para soportar a las plantas, a modo de bandeja, y otro para contener la disolución de nutrientes, que se situará en la parte inferior del primero. El recipiente superior deberá albergar otros recipientes más pequeños en los que se introducirán el sustrato poroso del material que elijamos y las propias plantas. Y en el depósito inferior instalaremos un pequeño sistema de bombeo (podemos usar una bomba similar a las que se usan en las peceras y los acuarios domésticos) para hacer llegar el líquido con los nutrientes a la bandeja superior de cultivo. 

Finalmente, colocaremos todo el conjunto en un lugar expuesto a la luz solar, o bien lo dotaremos de un sistema de iluminación artificial. 

Plantas y vegetales que podemos cultivar con un sistema de hidroponía

La mayoría de las especies vegetales pueden cultivarse mediante sistemas de agricultura hidropónica, aunque el éxito y el rendimiento de estos cultivos puede variar según el tipo de planta. 

Algunas de las frutas, verduras, hortalizas y otras plantas que mejor se adaptan a los cultivos hidropónicos serían estas:

  • Judías
  • Coles
  • Guisantes
  • Lechugas
  • Pepinos
  • Remolachas
  • Melones
  • Manzanas 
  • Fresas
  • Arándanos
  • Uvas
  • Cebollas
  • Pimientos
  • Zanahorias
  • Tomates
  • Calabacines
  • Romero, tomillo, cilantro, albahaca, menta y otras plantas aromáticas. 

Estas son las principales ventajas que ofrece la hidroponía

  • Es más ecológica y sostenible que la agricultura tradicional. No contamina el suelo y no contribuye a la deforestación. Además, al no necesitar grandes extensiones de tierra, es más respetuosa con los ecosistemas de plantas, animales y otros seres vivos, y por lo tanto, respetuosa con la conservación de la biodiversidad del planeta. También implica una emisión de gases de efecto invernadero mucho menor respecto a las de la agricultura convencional.
  • Hace un uso especialmente eficiente de los recursos hídricos y de sustrato en las zonas de cultivo. Requieren de menor cantidad de agua para la agricultura, por lo que esta puede ser empleada para otras funciones más importantes. 
  • Es una buena herramienta para aumentar la producción de alimentos en zonas con pocos recursos y, por ello, una herramienta para combatir el hambre.
  • El agua utilizada en hidroponía puede ser recuperada y reutilizada, por lo que su ahorro en agua que suponen los cultivos hidropónicos puede llegar a ser incluso mayor. – Es una forma de cultivo especialmente flexible. Lo que permite su implantación en lugares remotos y con condiciones climáticas y de composición del suelo muy extremas, como por ejemplo, en zonas desérticas.

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