La crisis originada por la pandemia de la COVID-19 nos ha obligado ha hacer un parón generalizado de la gran mayoría de las actividades económicas. Muchas de estas actividades han tenido que adaptarse a la nueva situación y otras muchas, simplemente, han visto reducida de forma drástica su capacidad de funcionamiento. Uno de los sectores económicos más perjudicados ha sido el del turismo, ya que las restricciones de movilidad a nivel mundial hacen imposible mantener el ritmo de viajes anterior a la pandemia. Esto es un auténtico drama para el sector sin ningún tipo de paliativos. Sin embargo, debemos ser capaces de reponernos y de empezar a plantear la reconstrucción del sector turístico, una actividad que antes de la crisis suponía alrededor del 10 % del Producto Interior Bruto a nivel mundial y también el 10 % de los empleos de todo el planeta (cifras que en el caso de España podrían llegar hasta el 15 % del PIB). Y en esta fase de reconstrucción estaría bien poder abrir también un espacio para la reflexión: ¿queremos volver a tener un sector turístico exactamente igual al que teníamos antes? Desde En Estado Crudo creemos que el futuro del sector turístico tiene que pasar necesariamente por una transición hacia un modelo de turismo sostenible, en la misma línea planteada por instituciones y autoridades de este ámbito económico como la misma Organización Mundial del Turismo. Así, debemos aprovechar este paréntesis en la actividad, esperemos ya breve, para seguir avanzando hacia un modelo turístico comprometido con la calidad de la experiencia turística, pero también con el cuidado del medio ambiente, de los entornos de destino, de las comunidades locales, de su cultura y de sus condiciones económicas y sociales. Así, hoy queremos hablar sobre turismo sostenible para entender un poco mejor qué significa este concepto, cuáles son los principales criterios y características de esta forma de turismo y cuáles son sus principales beneficios. Para terminar, veremos algunos ejemplos de iniciativas de turismo sostenible, tanto dentro de nuestras fronteras como en el plano internacional.
Según la Organización Mundial del Turismo, el turismo sostenible es aquel que tiene en cuenta todas las repercusiones e impactos de la actividad turística, tanto aquellas que se generan en el momento presente, como las que se derivarán de las diferentes acciones turísticas en el futuro; en los planos social, económico y medioambiental. Así, el turismo sostenible debe intentar satisfacer de forma equilibrada las necesidades de todos los actores que intervienen en el hecho turístico: las necesidades de los visitantes y viajeros, las de las poblaciones locales de acogida, las necesidades de los agentes de la industria turística, así como las necesidades propias del entorno y del medio ambiente. De esta manera, el principal objetivo del turismo sostenible viene definido implícitamente por el propio concepto: que el turismo sea sostenible, es decir, que desarrollemos fórmulas que permitan que la actividad turística se mantenga en el tiempo. Algo que nos lleva necesariamente a la correcta gestión de los recursos naturales, a la voluntad de conservación del patrimonio histórico y cultural de las regiones anfitrionas, y a la monitorización y minimización de los impactos negativos que el turismo pueda generar, tanto a nivel medioambiental, como en lo que refiere a los aspectos económicos y sociales. La clave del turismo sostenible es, pues, el equilibrio.
Teniendo esto en cuenta, debemos saber diferenciar el concepto de turismo sostenible de propuestas turísticas como el ecoturismo o de prácticas de turismo en entornos naturales. En este sentido, el turismo sostenible va más allá de una mera actividad concreta, sino que se entiende como una estrategia de gestión que marca unos objetivos globales y desarrolla una serie de pautas de actuación. Y así, plantea un modelo de sostenibilidad cuya implantación es deseable en la totalidad del sector del turismo y no como un conjunto de prácticas aisladas vinculadas a la ecología y a la naturaleza.
Como vemos, el turismo sostenible es una propuesta estratégica para implantar un turismo de mayor calidad, cuidando al mismo tiempo de los recursos naturales, y el entorno social, económico y cultural allá donde se implanta. Así, el término es más útil para referirnos a un plan global que contempla múltiples mejoras en aspectos muy diversos del ámbito turístico, que para determinar si a una oferta turística concreta se le puede colgar la etiqueta de “turismo sostenible”.
En cualquier caso, a partir de la idea de sostenibilidad en torno a la que gira esta manera de concebir el turismo, podemos extraer una serie de criterios y características que nos pueden ayudar a definir el turismo sostenible. Las encuadraremos alrededor de 4 aspectos: el medioambiental, el económico, el social y el cultural.
Los anteriores criterios que contemplan un turismo sostenible se basan en la búsqueda de una mejora global del sector turístico, con el objetivo de generar una serie de beneficios que permitan perpetuar la actividad turística en el tiempo sin perjudicar a ninguno de los interesados. Entre estos beneficios y ventajas del turismo sostenible podemos destacar los siguientes.
Como vemos, el turismo sostenible es una forma de entender el turismo que revierte de forma positiva en todos los agentes involucrados en la actividad del turismo. No en vano, los beneficios de este turismo son palpables en muchas de las iniciativas de turismo sostenible que ya están en práctica en algunas partes del mundo. Así, podemos hacer referencia a los ejemplos de ciudades como Barcelona, Amsterdam o Berlín, en donde se han tomado medidas tan dispares para mejorar el turismo que experimentaban como regular el mercado de viviendas turísticas, limitar el número de personas de los grupos turísticos guiados o incluso la prohibición del uso de maletas con ruedas en determinados barrios.
Las empresas turísticas también se están poniendo las pilas y cada vez son más los destinos turísticos y alojamientos que proponen una oferta basada en la sostenibilidad y en criterios ecológicos, como es el caso de estos 10 hoteles ecológicos en España.
Sea como sea, está claro que el turismo sostenible es ya un hecho a día de hoy, y que en el futuro cercano esta forma de planificación turística no será una opción, sino la regla que nos garantizará que podamos seguir disfrutando de nuestros viajes. Esperemos que tan pronto como nos permita la pandemia.
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